Entre las actividades extraescolares que nuestros hijos pueden elegir para hacer después de clase, el ajedrez destaca por la cantidad de beneficios que le aporta al niño. A continuación te explicamos por qué tus hijos deberían aprender a jugar al ajedrez.
El ajedrez es un juego que tiene su origen en la India, y que cuenta con aficionados en todo el mundo. Actualmente se ha convertido en un deporte con competiciones que cuentan con reglas muy estrictas.
Muchas personas lo consideran un juego para «sabios», aunque realmente es un juego que cualquiera puede aprender y disfrutar, incluso un niño.
Está demostrado que los niños con corta edad ya tienen habilidades cognitivas para aprender los movimientos de las fichas del ajedrez, pudiendo hacer jugadas sencillas.
Niños entre 4 y 5 años ya están capacitados para aprender a jugar al ajedrez, aunque también se han dado casos de niños que han aprendido con 3 años.
Es recomendable aprovechar la primera etapa infantil del menor para estimular un interés por este juego que le puede aportar muchos beneficios, entre ellos, evitar problemas de mal comportamiento y mejorar el rendimiento del niño en la etapa escolar.
Además, no solo se trata de los beneficios que el juego les aporta, sino que al mismo tiempo, el niño se entretiene y se lo pasa muy bien.
Algunos niños tienen cierta dificultad para relacionarse con otras personas. Estudios recientes han demostrado que la práctica del ajedrez estimula las interacciones entre los niños, ayudándoles a socializar e integrarse en diferentes ambientes.
Un niño que juega al ajedrez se muestra más comunicativo y empático con los demás.
El ajedrez ayuda a ejercitar la mente, estimulando el pensamiento y potenciando la inteligencia del menor. Todo esto contribuye a que el niño obtenga habilidades en la resolución de problemas. Esto se ha demostrado en estudios donde niños que se les han complementado las clases de matemáticas con clases de ajedrez, han obtenido mejores resultados a la hora de resolver problemas matemáticos.
Un niño que juega al ajedrez aprende de manera constante diferentes estrategias. Además, obtendrá una mayor capacidad para prestar atención en clase y recordar lo aprendido durante la misma, ya que en el ajedrez debe estar muy atento a los movimientos de su contrincante para poder anticiparse a sus estrategias.
Por otro lado, los ejercicios de pensamiento que debe realizar para jugar darán como fruto que adquiera disciplina y aprenda a organizarse, algo muy útil para que cuando estudie para exámenes de clase, sepa realizar resúmenes, esquemas, etc.
Cuando un niño juega al ajedrez, se enfrenta al un reto que debe superar, a la vez que aprende a reaccionar ante el fracaso cuando pierde la partida. Esto le ayudará y formará como persona para saber afrontar retos y fracasos en el futuro.
En Gatesa ofrecemos clases de ajedrez para niños de 4 a 12 años. Colaboramos con Chessduo para garantizar los mejores monitores. En las clases se trabaja la concentración, la estrategia, los métodos y la autoestima a la vez que los niños disfrutan jugando al ajedrez.